Guía Fotografía Gastronómica

Fotografía Gastronómica; compartir el mejor lado de tus recetas

Fotografía Gastronómica; consejos y guía.

Instagram o Pinterest se han llenado en los últimos años de fotografías gastronómicas. Podemos ver miles de platos, con más o menos talento tanto para la cocina como para la fotografía. Pero no cabe duda que desde hace tiempo se cuidan mucho más las presentaciones, composiciones, luces y resultado final. Ya no es sólo comida para casa si no para compartirla en redes sociales y eso hace que se tenga más cariño por el resultado final.

Si me gustaría distinguir entre dos tipos de fotografía, las que se suben a Instagram por ejemplo y las que se hacen para blogs gastronómicos. La diferencia suele estar en la “inmediatez” de cada una de ellas. Se cuidan mucho más las que debes subir a tu blog y sonmás “casual” las de las Redes Sociales (que en muchos casos se hacen directamente en el restaurante).

Guía Fotografía Gastronómica

¿SmartPhones o Reflex?

Los smartphones de hoy en día hacen muy buenas fotos y captan muy bien la luz. Pero no son comparables a lo que puedes conseguir con una cámara réflex al jugar con elhistograma (para controlar la iluminación de la escena) o la profundidad de campo(desenfoque de parte de la foto) o un buen objetivo macro. Pero hay elementos de la fotografía culinaria que son perfectamente válidos para ambas “cámaras” puesto que la composición, el punto de vista o el estilo elegido, no dependen (tanto) del tipo de cámara.

En los “estilos”, al igual que en la propia cocina, hay modas. Cada temporada se lleva un estilo de fotografía distinto en función de las tendencias gastronómicas; desde las de claroscuro (Dark & Moody), a las de producto puro, fondos con textura o planos, puntos de vista cenitales, frontales, con elementos humanos o no, bodegón

Yo creo que es importante probar estilos, luces y composiciones diferentes y quedarte con la que encaje contigo. Aquella en la que te sientes más cómodo y que “marida” perfectamente con tu tipo de cocina y/o con aquello que quieres mostrar. Porque las fotografías hablan de tu plato, pero también hablan de ti.

En Fotografía Gastronómica hay mucho donde elegir

Dentro de esta afición fotográfica que se complementa perfectamente con la gastronómica, hay múltiples regalos que se pueden hacer. De todos los precios posibles. Si le regalas una cámara o un objetivo, ¡te sales! Pero no es lo más económico. Sin embargo, un fondo fotográfico, un juego de focos, un trípode o elementos de vajilla o atrezzo pueden ser económicos y ser muy bien recibidos. 

Al final, cuantos más elementos tenga un fotógrafo gastronómico más opciones tendrá a largo plazo. Lo bueno de este tipo de fotografía es que puedes hacer un gran trabajo con una cámara reflex (o móvil) un plato rico (y bien emplatado) y buena luz natural. Quizás un trípode pueda ser la primera pieza que puedas necesitar. 

Déjame que te cuente por partes el proceso para que te ayude a tomar decisiones y que valores si crees que al cocinero al que quieres regalar algo le va a encajar la fotografía gastronómica.

Contenidos

Canon 4000 D una excelente opción para comenzar

CÁMARA REFLEX CON OBJETIVOS INTERCAMBIABLES

Una cámara de este tipo va a ayudar y mucho a realizar las mejores fotos. Con la opción de manual podremos jugar con la iluminación, el desenfoque, el punto de vista, incluso con la velocidad para capturar elementos en movimiento como la caída de un hilo de aceite o la miel sobre unas tortitas. 

Hay muchos modelos de muchos precios, pero para empezar (y por unos cuantos años) con alguno de los modelos básicos de marcas como Canon o Nikon será más que suficiente.

OBJETIVOS INTERCAMBIABLES

Dependiendo de cada fotógrafo y el estilo elegido las necesidades serán distintas. Si haces fotos cercanas para ver el “punto de los alimentos” tenderás más al macro. Si tu foto es la cenital, necesitarás objetivos con una distancia focal más corta. Pero entre todos ellos hay uno que está considerado como el más acertado y polivalente; el de 50mm. 

La ventaja añadida es que su precio no es tan desorbitado como algunos macros por ejemplo. La distancia focal es la medida entre la lente del objetivo y el sensor de la cámara. Básicamente, a mayor medida (1000mm), más macro. A menor medida (24mm), una amplitud de campo más grande.

Una alternativa interesante con precio comedido

50mm o focal media: Yongnuo

Se considera que es el más similar al ojo humano y es una óptica muy luminosa (f/1.4 o f/1.8, es decir que es capaz de capturar más luz en menos tiempo) y te permite profundidades de campo reducidas con las que jugar a desenfocar partes del plato, lo que crea fotografías muy interesantes centradas en la parte que tu deseas.

Canon de 50mm un clásico y la mejor opción de mercado
Objetivo Tamron 18-200 mm

Objetivo macro:

Un objetivo macro (de 60mm a un 105mm) te permite “acercarte” mucho más al producto y poder centrarte en texturas, puntos de cocción, o los alveolos del pan por ejemplo. Suelen tener una luminosidad menor que los de 50mm (una apertura de f/2.8 sería muy bueno). Pero son objetivos mucho más caros. Una opción que se suele usar es comprar un zoom que te de más opciones y tenga un precio más ajustado.

Canon 24 mm gran angular

Gran angular 24mm – 35mm

Una amplitud que te permitirá hacer foto cenital en la que haya una escena más abierta; platos, atrezzos, superficie con textura… y siempre tendrás la posibilidad de recortarla al editarla.

 

TRÍPODE

Un trípode te permite jugar también con la luz y el tiempo de exposición. Si la iluminación es escasa (intencionadamente o no) y necesita un tiempo de exposición más largo para que el objetivo capture el máximo de luz, el trípode evitará que salga “borrosa” o con movimiento. Y si utilizas un disparador remoto (que son realmente económicos) tendrás un mayor control sobre el movimiento. 

Muchos de los trípodes actuales también te permiten variar la posición para obtener fotografías cenitales (tan de moda) de los platos. Creo que es un “must” en la fotografía gastronómica. Pero si tienes muy buena iluminación y puedes trabajar a velocidades altas, también es muy divertido girar alrededor del plato con la cámara “en mano” para encontrar puntos de vista y encuadres diferentes. 

De hecho, yo suelo hacerlo antes para ver dónde montar el trípode una vez que he visto el ángulo más bonito del plato y producto.

Mi elección

Este es mi trípode, un Neweer. Tengo muchos accesorios de esta marca porque me parece que en calidad/precio es muy interesante. Me gusta la foto macro, “meterme” en la receta y para mi este trípode es el mejor (y más cómodo) para este tipo de foto.

REFLECTORES

Los reflectores son un elemento económico (incluso pueden ser caseros con poliespan o el interior de un brick de leche abierto) Te permite “rebotar” luz en ellos para iluminar suavemente las partes contrarias al punto de luz para evitar sombras duras y realzar la silueta.

DIFUSORES

Una cortina, una gasa o un papel de horno pueden servirte para difuminar la luz principal (natural o de foco) para evitar la luz dura y darle un aire más suave a las fotos.

ATREZZO Y FONDOS

Aquí hay muchas opciones que dependen en gran medida del estilo de foto que quieras realizar. Cuanto más abierto sea el encuadre que quieras obtener más cuidado y montaje necesitarás. Si quieres hacer una foto storytelling contando una historia o un momento determinado, el atrezzo y fondo debe ir en consonancia. Aires “caseros”, “momentos desayuno”, bodegones… Sin embargo en fotos más macro es donde la vajilla cobrará más protagonismo.

Fondos 

Podrás elegir entre fondos neutros (blancos, negros, crema…) o elegir fondos con texturas (maderas, mármoles, metálicos, pintura…bien sea naturales o fondos fotográficos) Ahora se pueden conseguir fondos económicos que son reproducciones fotográficas de texturas que quedan bastante bien en fotografía y te permiten jugar con múltiples combinaciones y tener muchas más opciones que las que encuentras en casa.

Vajilla 

Un elemento de gran importancia pues no deja de ser el “lienzo” sobre el que pintarás con tu receta. Además de la que puedas usar de atrezzo como salseras, azucareros, cucharillas retro, y hasta donde llegue tu imaginación. Todo, casi todo, vale. Yo suelo recomendar el tener un “fondo de armario” con unos platos tanto llanos como hondos amplios (para tener más espacio de emplatado) en colores neutros como blanco y negro. Y luego ya puedes tener piezas más “originales” para recetas puntuales. 

Si son muy significativas acabaremos cansándonos de usarlas. Hoy en día se hacen piezas increíbles que para mi gusto a veces restan protagonismo al motivo principal que es la comida. Algo que en ninguna de las fases debemos olvidar.

AJUSTES DE CÁMARA

La foto perfecta es la que tú quieres obtener, la puedes querer más contrastada, más desenfocada, más color, menos… por eso muchas veces tendrás que “romper” las normas aceptadas para encontrar lo que quieres. Ahora bien, como siempre, para romperlas es importante conocerlas previamente. Para que encontrar lo que quieres no sea “casualidad” si no “intencionalidad”.

ISO:

Los valores de ISO te permitirán obtener una mayor sensibilidad a la luz que capture el sensor.Con sus inconvenientes. Lo ideal sería tener la luz suficiente para poder trabajar con una ISO de 100. En casos donde no encontremos la luz necesaria podremos “forzar” este valor y subirlo a 200, 400 o más. Pero obtendremos más grano (ruido) en la foto algo que no queremos, en principio. 

Como decía antes hay fotos maravillosas con un grano exagerado que está hecho de manera intencionada. Pero creo que esto es un paso más profesional. Aprendamos a andar antes de a correr.

Apertura de diafragma:

Con una apertura de diafragma de f/1.4 o 1/8 permitiremos que el sensor capture el máximo de luz y trabajaremos con una menor profundidad de campo (la profundidad de campo marca lo que está enfocado “antes y después” del punto de enfoque. Cuanto mayor es la profundidad más partes salen enfocadas) 

Aunque no es exactamente así (pues hay otros valores a considerar como la cercanía al objeto por ejemplo en macro), vamos a considerar que una apertura más grande (f/1.4) nos da una profundidad de campo corta, con lo que podremos enfocar a un detalle del alimento y que lo de alrededor salga desenfocado (me encanta este estilo, más que todo enfocado, porque podemos centrarnos en un detalle que cuente mucho) 

Velocidad:

Con trípode podemos trabajar a la velocidad que queramos según nos interese para la foto. Pero si es en mano, y aunque tengas muy buen pulso, por debajo de 1/60 saldrá movida la foto. El trípode nos dará el juego necesario para poder tener un tiempo de exposición muy largo para capturar toda la luz de un escenario “claroscuro”. Y a la vez, nos permite capturar imágenes en movimiento con velocidades muy rápidas como una caída de líquido o salsa. 

Para congelarlas tendremos que trabajar a velocidades superiores a 1/250 y deben estar muy bien iluminadas pues obviamente el diafragma está abierto muy poco tiempo. Cuanto más alta la velocidad más “fácil” congelaremos el movimiento. Y si queremos un efecto “halo” de caída, podremos bajar la velocidad poco a poco. 

Histograma:

Tu ojo no puede captar determinados matices en la luz/o no luz de un encuadre. Eso sí, cuanta más experiencia, mejor ojo tendrás. Por eso es importante ayudarte del Histograma que tiene la cámara. Sus niveles te indicarán si la foto está compensada entre luces y sombras o tiene tendencia hacia alguno de los extremos. Si es así, cambiando apertura de diafragma o velocidad irás compensando hasta el punto óptimo. Aquí puedes profundizar un poco más en este tema.

RAW: 

Trabajar en formato RAW te va a permitir obtener toda la información del fotograma para posteriormente editarlo en Photoshop o Lightroom. Los JPG tienen compresión, ocupan menos espacio pero tienen menor información.

COMPOSICIÓN

La composición en el plato nos va a permitir obtener la mejor cara de nuestra receta; hacerla más atractiva, más apetitosa y poder dirigir la mirada del espectador hacia el punto de vista o recorrido de nuestro plato que deseemos.

Punto de Interés

Debemos escoger un punto de interés en nuestro plato que sea el que focalice la mirada del espectador; el punto de cocción de una carne o pescado, el brillo del napado o en una foto cenital puede ser algo tan general como la composición artística y de color. Lo importante es dirigir la mirada.

Regla de los Tercios

En esta regla tan usada en fotografía, y desde hace cientos de años en pintura, dividiremos nuestro encuadre en 3 partes en horizontal y 3 en vertical, equidistantes, que conformarán una cuadrícula en la que encontraremos 4 puntos de intersección. Sobre alguno de estos puntos ponemos nuestro elemento principal y en la intersección en diagonal el secundario, si lo hubiera.

Recorrido Visual

Nuestro cerebro está acostumbrado a leer de izquierda a derecha de arriba hacia abajo. Por lo que (de manera natural los ojos del espectador harán una especie de Z recorriendo el plato. Si dispones los elementos en ese orden “entenderán” el plato más rápidamente. Pero como las normas se pueden romper, si interrumpes esa línea visual produces una llamada de atención interesante. A elegir. 

Impares

En una composición fotográfica parece que los elementos impares funcionan mejor. Probablemente porque rompen esa perfección del orden parejo. Digamos que gusta también el Caos Ordenado.  

Espacio

La composición, incluida la de una fotografía gastronómica, es arte. Y el arte no tiene verdades o falsedades. Esto es válido también en la ocupación del espacio de un plato. Se supone que debe “respirar” y no estar sobrecargado de elementos. Pero hay platos minimalistas preciosos y bodegones atestados, igualmente bellos. En este sentido para mí la máxima es aquello de “si no suma, resta”. 

Aquellos elementos que no aporten al plato (o al bodegón) deben ir fuera. Si ya hemos “contado” la tradición con un pucherito por ejemplo, no necesitamos atestarlo de referencias a esa tradición, ya lo habrán sentido.

PUNTO DE VISTA

A la hora de disparar una foto debemos elegir el Punto de Vista de la cámara que más favorezca a nuestro plato. Pero debemos elegirlo antes de emplatar pues eso nos ayudará a optimizar la composición del plato.

Cenital

Vista desde arriba de la composición. Es un punto de vista interesante cuando se trata de una composición bella/artística donde te interesa mostrar la compsoición. Pero se pierde la profundidad, todo es más 2D que 3D y si has jugado con crujientes o aros de emplatar para dar altura se perderá esa gracia. Por eso creo que es bueno tener un ángulo en mente a la hora de emplatar y hacer la composición del cuadro. 

Ángulo de 45º

Es el punto de vista más “natural” pues es más o menos el ángulo en el que el comensal ve las comidas. Desde aquí podremos jugar a tomas más macro, acercándonos al plato y/o ingredientes, o hacer tomas más abiertas para mostrar una composición de plato y atrezzo.

Horizontal o Nivel 0

Es un punto de vista a la altura de los ojos, casi frontal con el producto. Punto de vista muy publicitario (piensa en una hamburguesa) porque muestra bien las capas de la receta. Si quieres mostrar el corte de una tarta, un pan, un bizcocho, un bocadillo/sándwich o una lasaña por ejemplo, este será un POV muy interesante.

ILUMINACIÓN

En fotografía de estudio, como la que vamos a hacer con la gastronómica, la luz juega un papel fundamental (primero, siempre, el plato claro)

Aquí tienes una visión general de los tipos de iluminación. Hay docenas de opciones de esquemas de iluminación, estos pueden ser los más básicos.

Luz Continua lateral:

Se utiliza mucho pues permite un punto de luz desde el lateral que enfatiza los volúmenes y las texturas de los ingredientes y elementos del plato. La luz del lateral suele estar a 90º ó 45º respecto del punto de vista de la cámara. Y en el lateral contrario podremos jugar con reflectores para que la luz rebotada en estos de volumen e ilumine aquellas zonas que se quedan más oscurecidas.

Clave alta y clave baja:

Retratos de tus comidas con un fuerte impacto de luz en los de clave alta y muy “claroscuro” en los de clave baja. La primera se usa en platos donde el color juega un papel fundamental (cromatismo) para que de esta manera el plato se funda con el fondo blanco y los alimentos y su color casi floten en la fotografía. En el segundo caso, se utiliza para el estilo “Dark & Moody” tan de moda. (recuerda cuadros de Rembrandt o Caravaggio) que dan un aire “casero, cálido” e íntimo a las fotos de comida. Los platos de cuchara y pan o bollería funcionan muy bien con este estilo.

Luz natural:

La luz natural es la más recomendada siempre para la fotografía gastronómica. Y sí, pero no. Es cierto que puedes conseguir que las fotos sean mucho más naturales, pero tu capacidad de control está limitada. Además de tus horarios. En cuanto al “aprovechamiento” de la luz natural serviría en líneas generales lo apuntado en Luz Continua Lateral. Y recuerda matizar la luz con una gasa, cortina o difusor para no crear sombras muy duras. A no ser que quieras sombras muy duras. Una vez más, rompe las reglas si te interesa.

Mi elección: 

Yo tengo dos tipos de iluminación. Una grande más tipo estudio que para escenas más amplia da una excelente luz, pero que tiene el inconveniente de ocupar mucho espacio. Y si debes montar y desmontar es un poco incómodo. Pero si tienes espacio para tenerlo montado de manera permanente es genial.Y luego tengo un juego pequeño de Luces Led, que aunque no tienen la potencia de las grandes, me permite jugar con ellas encima de la mesa y para foto macro es una gozada.

INSPIRACIÓN

Decía un gran Chef francés que “Creatividad no es copiar”. Y también se convirtió en un mantra para Ferrán Adriá. Así que tendremos que estar de acuerdo, no?

Pero creo que es importante la inspiración. Ver qué se está haciendo, incluso que se hizo, para encontrar el estilo fotográfico que te gusta o encaja más con tu cocina. O viendo lo que hay, quizás “inventes” un nuevo estilo diferente a lo hecho. Eso sería la bomba.

Entre blogs, Instagram o Pinterest, tendrás miles de referencias posibles. Sería genial que te pudieras hacer una lista de aquellos que más te gusten (lo mejor sería que tuvieran estilos distintos para recibir más creatividad) y seguirles. Sin querer, esto te permitirá asimilar un montón de ideas y trucos que se irán quedando en tu cerebro como una biblioteca a la que recurrir y que sin querer saldrá en el momento que necesites. 

Tienes muchas listas y opciones en internet, sería bueno dedicarle unas horas a “bucear” para seleccionar las tuyas. Yo sigo estos como para ver estilos distintos…y muchos más, que son más afines al estilo que más me encaja (macro, cerca de producto).

ALGUNOS ESTILOS DE GASTROFOTO

DARK & MOODY (CLAROSCURO)

Usando la luz y su ausencia al más puro estilo Rembrant, provoca un efecto muy llamativo donde el producto principal es el objeto iluminado rodeado de una semioscuridad que realza su colorido. Este es un estilo que se ha impuesto en los últimos años sobre todo en blogs pues tiene un gran trabajo detrás. 

Es una propuesta estéticamente muy bella en la que, para mi gusto, determinados productos como el pan, bollería, o platos de “cuchara” o de “cocina de abuela” salen muy favorecidos pues ese aire de claroscuro remite a una cocina tradicional de puchero u horno de leña. Muy artesano.

 

cultivo Hidropónico

MINIMILISTA

Un detalle, un bocado, un ingrediente como protagonista. Sin entorno. Decimos dónde deben poner el ojo. El “menos es más” llevado al extremo. La iluminación juega un papel fundamental pero la cocina también. El ingrediente debe estar perfectamente cocinado, salseado. 

 

cultivo Hidropónico

 

CROMÁTICO

 Se busca un color predominante en la composición, una gama de tonos más fuertes a más claros pero siguiendo un hilo. Realmente no es un estilo cómodo para una receta, que las hay que juegan con un solo color, si no más bien como una composición de ingredientes que quiere jugar con lo visual para resultar atractiva

 

cultivo Hidropónico

 

MENOS ES MÁS

Partiendo de un punto de vista concreto, cenital en este caso, lo que prima es el plato en si mismo. Se convierte en protagonista, sin atrezzos, sin fondos que distraigan o sitúen la escena. Fondos limpios y un único punto objetivo; tu plato. Busca el estilismo, mostrar la composición y/o colorido del plato. En este caso es una foto de un plato de El Celler de Can Roca “Cromatismo Rojo” que es por un lado “menos es más” y por otro juega con la uniformidad del color.

 

cromatismo El Celler Can Roca

HUMANO

Un estilo en el que interviene una mano, una boca, un mordisco, una nariz…bien sea preparando la receta, o degustándola. Da vida al momento. Da calidez a la escena y naturalidad.Lo hace cercano. Normalmente cuenta una historia bien sea algo artesano, o de preparación del plato. Es un estilo que cuenta mucho y funciona muy bien si se hace con gusto.

 

cultivo Hidropónico

Espero que toda esta información pueda ayudarte a encontrar el regalo Perfecto para ese cocinero o cocinera con quien quieres tener un detalle. Pero, lo que me encantaría es que este post te haya picado el gusanillo por la cocina y la fotografía gastronómica. Realmente es un mundo apasionante, frustrante a veces cuando las cosas no salen o tardan en salir. Pero te aseguro que cuando salen bien, ya sea una receta, un experimiento gastronómico o una foto de esas que la gente te dice “¡¡qué pasada!!” todo ha merecido la pena.

Lo mejor, y que nunca hay que dejar de hacer, es inspirarte viendo diferentes estilos para que veas cuál encaja más con el tuyo. Pero siempre con mente abierta para trabajar todos los estilos para ir creando el tuyo. Y como decía Ferrán Adriá: «Creatividad es no copiar» (frase que copió de un chef francés 🙂

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